domingo, 13 de octubre de 2013

Un amanecer muy carmesí

Creo que eran las 2 o 3 de la mañana, cuando aun enormes ejércitos combatían entre si, las explosiones de algunos dispositivos explosivos, los gritos de dolor de los caídos y los de furia de los enardecidos por la batalla. Los sonidos de las espadas era el sonido más prominente en todo el campo de batalla, si alguna vez hubo un lugar silencioso en ese lugar solo fue porque ahí había una pila de cadáveres. Los Jefes de cada escuadrón le daba instrucciones a sus allegados, algunos comandantes mas jóvenes se adentraban en la batalla encabezando su escuadrón, fueron los primeros en caer.
Recuerdo muy bien cuando mi comandante me dijo "no te adelantes tanto, ten paciencia o no duraras mucho en combate", esas palabras en aquel momento pensé que eran tontas, como podía ser paciente si había una batalla enardecida enfrente de mi, ¿Qué tenía que esperar?... ¿a que todos murieran?
Luego entendí, observe, como caían cada uno de los impulsivos. La sed de sangre de muchos significo su fin. Luego escuche la orden..."ATAQUEN", solo me acuerdo haber ajustado mi armadura, no muy buena la verdad ya que era hecha de cuero, y sostuve mi espada con todas mis fuerzas. Solo corrimos hasta la cima de la colina, pero sentí que corría hacia la cima de una altísima montaña. Luego solo sentí el aire frio siendo apartado violentamente por una afilada espada. Parecía magia, pero de reflejo me defendí de ese ataque, y con el mismo reflejo contraataque, tantos años en la academia pensé que habían sido por gusto, ahora veo porque el maestro siempre intentaba atacar de sorpresa aun fuera de clase....... ah mísero viejo..... Ahora se apreciar sus enseñanzas, pero no es el tiempo para estar sumergido en mis memorias.


Uno tras otro rebanaba en dos a mis adversarios. Luego me encontré con un flacucho, hay por los kamis, ese flacucho ha sido el mejor adversario q he tenido. Solo había aparecido el frente a mí y sentí como todos los miembros de tropas enemigas hicieron un círculo alrededor de él. Su dominio de la espada era magnifico, realmente aun sigo sin entender como fue q le gane. Su agilidad era impresionante pero el dominaba la espada no la espada a el, a pesar de su complexión física tan pequeña. Destruyo 3/8 partes d mi armadura sin mayor dificultad, pero yo le derrote. Solo me acuerdo haber escuchado q me agradeció por la batalla y luego murió con una sonrisa en el rostro. Para cuando había terminado con él, solo unos cuantos de mi armada quedábamos de pie. El solo empezó a aparecer desde el este, como siempre ha sido desde que tsuki decidió llevarse a la luna todas las noches por el oeste, y empezó a mostrar la tierra cubierta de la sangre de miles. Habían pilas de cadáveres y el dulce aroma a sangre fresca se percibía en el ambiente. Ese dulce aroma a victoria q siempre perturbo tanto mi mente, muchos me dijeron que era un enfermo al emocionarme con el dulce olor de esa roja substancia. Un amanecer tan carmesí como el de esa mañana jamás volví a ver. O tan bello paisaje, un valle repleto de los cadáveres de feroces combatientes y la sangre d estos esparcidas por todos lados. Oh tan bello paisaje, el dulce aroma d la sangre, devastación y muerte a mi alrededor, nunca más tuve la oportunidad de ver un campo de batalla al finalizar una.... ¿Por qué? fácil, con esta batalla ganamos la guerra y luego vino la codiciada paz........  Ahora estas escenas se repiten constantemente...... dentro d mi cabeza, es una tristeza no poder volver a vivir eso.

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