lunes, 11 de febrero de 2013

Batalla Royal!!

El rugido se escucha a lo lejos. Las calmadas praderas no se esperaban tremendo suceso, ni los personajes que actuarian en el viniendo de todas direcciones. Los arboles en el bosque que delimitaba uno de los extremos de las praderas empezaron a agitarse violentamente. Las aves volaron rapida y ruidosamente lejos de ese bosque. Sombras gigantescas pasaban cada cierto tiempo sobre los campos sin que ningun criatura se fijara.

De la nada, grupos gigantescos de guerreros barbaros, espadachines, hechizeros y arqueros aparecieron de todas direcciones. Ogros, ciclopes y alguna especie de reptiles de gran tamaño aparecen del bosque. Las pocas criaturas sobre la pradera, incluyendo personas, salen despavoridas en cualquier direccion que encuentren para escapar de gigantesca trifulca.

Caian combatientes a diestra y siniestra, por cada respiro que pasaba. Cualquier persona que lograra observar la batalla desde una buena distancia se confundiria, ya que no habia ningun tipo de bando definido. La batalla parecia entre todos, no importaba tu alianza, todo el que estuviera en el campo de batalla era tu enemigo.

Algunos hechiceros y arqueros lograron domar varios de los reptiles, los usaron como monturas para obtener algun tipo de ventaja. Era una gran ventaja realmente ya que estos escupian una sustancia celeste fosforescente de tipo acido. Los Hechieros crearon con su poder armaduras para los animales que amaestraron.

Claramente aquellos montados en criaturas tenian la ventaja ya que todos los números de todos los demas combatientes eran reducidos rapidamente. Unos sufrian lentamente ante el poderoso acido de los reptiles, otros eran violentamente apuñalados, decapitados y hasta desmembrados.

La vista dorada de las praderas se tornaban carmesí. La tarde empezaba a caer, y por más soldados que cayeran en batalla, la batalla estaba lejos de finalizar. Por ultimo se unio a la batalla un grupo de lanzeros y espadachines más agiles a la batalla, esto dio un giro inesperado, ya que empezaron a caer por grandes números los ciclopes y los reptiles amaestrados.

A pesar de todo, el grupo de recien llegados fue aniquilado casi por completo. Solo quedo un agil espadachin, de armadura de bronce, claramente muy ligera. Empuchaba unos sables de una longitud mediana, con extraños grabados. Un sable con empuchadura de un dragon y a la otra con la de un feroz lobo.

De los fornidos espadachines con capa y espada, quedaba un joven de armadura Dorada. Con un tigre en la pechera, un escudo con el simbolo de un leon y una larga espada con la empuchadura de una pata de aguila. De los barbaros quedaba una gigantesca figura con hachas al parecer hechas con las garras de un feroz dragon y decordadas con joyas, que a su vez, tenian suficiente filo para cortar a alguien. Dos hechiceros, uno con robusto baculo con una gema de color ambar, y otro al parecer no necesita de tal instrumento para lanzar sus hechizos. Un robusto ogro que su arma habia sido un duro roble aun quedaba en pie. Todos los arqueros y lanzeros habian fallecido ya.

Los ultimos rayos del sol del día intensificaba el color carmesí de la sangre que cubria el campo de batalla. Se observaban trigales en llamas al igual que algunos de los cadaveres. Cualquier ajeno al campo de batalla no toleraria el edor de los cadaveres cocinados, ni el de la sangre seca por todos lados.

De repente los cielos obscurecieron de un solo golpe, y se escucharon 2 graves rugidos. De la nada un muro de fuego aparecio al este de los combatientes restantes. Se escucho un retumbar en la tierra, y detras de las flamas aparecieron 2 inmensos dragones listos para matar a lo que se le atravesara. Los combatientes estuvieron dudosos de seguir en su propia lucha o de aniquilar a feroces bestias todos juntos. El ogro sorprendido y temoroso, bajo su cabeza y emprendio la retirada.

Los combatientes restantes, dejaron por un momento su feroz combate e iniciaron una feroz batalla con tremendas bestias de proporciones legendarias. Los hechieros atacaban contantemente las alas para que las criaturas no huyeran ni tampoco los atacaran con ellas. Aunque ellos fueron los primeros en caer ante la ferocidad de los dragones.

En la conmocion de la batalla, el espadachin de sables dobles, no hacia mayor esfuerzo por derrotar a los dragones, sino en repetidas ocasiones trataba de lastimar a sus "aliados" temporales. Pareciera que estaba interesado en proteger a los dragones o en aprovecharse de la oportunidad para derrotar a sus latentes enemigos.

A pesar de que los hechiceros habian fallecido, el barbaro logro darle un golpe fatal a uno de los dragones. El cual logro aun decapitar a quien le dio la muerte. Con esto solo quedaban 3 combatientes en escena. Uno de los dragones y los 2 espadachines. El dragon restante se conmociono temporalmente por la muerte de su compañero. Antes de que el Caballero de armadura dorada lograra aprovechar la oportunidad para acabar con el dragon, el otro agil espadachin tomo uno de las hachas del barbaro y la lanzo con todas sus fuerzas hacia el caballero. Este logro aun cubrirse con su escudo pero este quedo gravemente dañado.

Al reducir las defensas de su confundido pero enardedico oponente, el espadachin de armadura de bronze se lanza contra el caballero de armadura dorada. La furiosa batalla entre ellos siguio a pesar del riesgo del dragon. Curiosamente este parecio ignorar los combatientes, y se preocupo por intentar salvar a su draconico compañero, aunque sin mayor exito. La armadura de ambos iba siendo dañada más y más, hasta que tuvieron que quitarse mayor parte de ella para no ser lastimados por la misma.

De un golpe el agil espadachin cayo al suelo, siendo desarmado del golpe. El caballero toma su espada de mango de pata de aguila y se prepara a agitar una vez más su espada de manera violenta para finalizar a su oponente. Pero en ese momento el dragon torna sus ojos hacia el y es aplatado cruelmente de un fuerte coletazo. Luego el dragon suelta un feroz rugido ante el espadachin restante.

Este se para lentamente, toma sus armas, se arrodilla ante el dragon en pose de honor y presenta sus armas.

"Oh Noble Dragon", exclama el espadachin," me he unido a esta larga carniceria con un proposito diferente a la mayoria de los que ahora, se encuentran sin vida ante tí. Mi nombre es Ralthazar, y como sabras, todos venian tras los huevos de dragon que llevan dentro tus hijos. Yo por otro lado me uni a todo esto, para poder defenderlos y talvez asi conseguir amistad con tu raza".

Por más raro que parezca, el dragon pusó atención, mostrando total dominio del idioma del humano. Solo asentia con la cabeza, despues de un largo silencio el humano hablo y se dijó "Con mucho gusto mi gran dama, vamos con tus hijos". Luego de esto tomo la espada del humano aplastado por la cola de la, ahora evidente su sexo, dragona. Monto a la dragona y se perdieron en el un cielo nocturno lleno de estrellas.